martes, 17 de julio de 2007

CANTO AL MAR



FINA ENAGUA de mujer,
así es la espuma del mar.
Verde debe haber sido
la cabellera de VENUS.
Que sus entrañas vomitan.
Más allá de esa línea apócrifa.
Más allá de esa ilusión óptica.
Yo sé que sigue el mar!
Dime: ¿Qué cosmogonías,

te hicieron rico
en sal y bravura?
¿Qué litografías, escondes en tu seno?
¿Desde qué promontorio

y bajo qué plenilunio?
¿Espiaré tus blancas playas?
¿Bajo qué duna irregular,

enterraré mis lágrimas?
Abrázame, golpéame como a las necias rocas!
Y déjame bucear somnoliento,

por tu perenne sangre corporal!


José Panton

LUJURIA



QUIERO ABRIR con mi boca, tu blanco cuerpo.
Como al mar azul, la aleta dorsal de los cetáceos.
Y consumir la humedad vaginal de tus labios.
Con la sedienta lobreguez de mi laringe.
Y en la lujuria que abarca los perímetros.
De tu inmensa geografía femenina.
Adentrarme en tus entrañas.
Y absorto verte...!
Como un ciego irremediable.
Al que Dios tan sólo, le devuelve la visión
por un minuto.
Y muñeca tiesa, entre sábana y sábana.
Someterte, al reino indiferente y
agridulce del esperma.



José Panton

MILONGA DE LA VENGANZA



LO DESPERTÔ una bocina
que de la calle venía.
Plomizas nubes de mayo.
La lluvia que se cernía.

Surcó la puerta entornada
prendió veloz un pitillo
Y cogió un metal pesado
Que sin duda era un cuchillo.

Se cruzó con Adalberto
El del rostro enjuto y magro
Y sin otras dilaciones.
Enfiló para su ALMAGRO.

En sus memorias habían
Mil nombres mal barajados.
Pero a Juan Araña y Roque.
El albur, los filtró a los dos.

El barrio se desgranaba
en jirones de madera
casas que algunos les dicen,
aunque lo justo es tapera.

Con sus geométricos pasos
(como a ciclos caminaba)
La noche le devolvía.
Ecos de alguien que cantaba.

Se introdujo en una de esas.
Sin pedir ningún permiso.
A Roque le tajeó el cuello
Le estropeó el fideicomiso.

Porque Araña que era rico.
Le dejó su patrimonio.
Para que luego le diera.
A su nieto el más bisoño.

El pobre quiso escaparse.
Pretendió obviar el despecho.
Un resplandor en la mano del viejo.
Se hundió en su pecho.

Cuentan, que al llegar la noche.
Se para frente al espejo.
Y su cuerpo traslúcido.
Es una sombra,...ya es casi infierno



José Panton

GAVIOTA MORIBUNDA



GAVIOTA MORIBUNDA, de alquitrán y de
silencios.
Las dunas sedientas, se prenden a tus pies
húmedos y descalzos.
Y con tus ojos hundidos.
Vas pidiendo explicaciones a los hombres.
Es abril y llueve.
De las barcas hundidas, los mástiles
asoman.
Nos vigilan con sus ojos fijos los peces.
Y en los muelles de colores desnudados,
zurea apenas una paloma.
Yo estoy allí, ceñido entre las fuerzas
paralelas de las olas y las rocas desveladas.
Como si fuera un abismo, que todo
lo abarca, que todo lo envuelve.
Así, es mi alma.
Déjame alivianarla, de silencios ascendidos!
Déjame liberarla, con el tajamar
de tu otra mirada!
A lo lejos, se divisa a alguien que camina.
Es un hombre que habla solo.
Alto y desgarbado.
Y que de vez en cuando, callado y triste,
se da vuelta y nos mira.


José Panton

SI ACASO PUDIERA



SI ACASO pudiera, dormirme en un beso.
Y enjugar en tus labios, la postrera lágrima.
Si acaso los lirios, blancos del campo,
juntar yo supiera, en un solo ramo.
Loco de amor, vencido mi orgullo.
Te los llevaría, cantando: ¡Te amo!
Si acaso cazara, mariposas extrañas.
Con sus alas llenas, de polvos grisáceos.
Sombrear yo querría, tus pálidas ojeras.
La noche alea en tus párpados.
Y la lumbre de tus ojos.
Forcejea con ella, huyenténdola.
Tu boca, es una flor carnívora.
Y como una araña muda.
Devora mis labios, con acidulantes besos.
Jamás he podido, medir el volumen
de tus silencios.
Que habitan en las íntimas grutas de tu alma.
Déjame adentrarme con lámpara claras
de luciérnagas, en tu alma.
Para escuchar lo que callas.
Para entender, lo que tu alma oculta.
Estoy dispuesto a quererte.
Como tú quieras, que yo te quiera.
A cambio del amor, que tú quieras darme.
Mi corazón, se inflama al verte.
Como una pupila roja, y ciega, sin luz.
Como para seducir al viento.
Tiro lámparas encendidas al cielo.
Mañana te llevaré, mensajes de amor.
Sobre una leve ráfaga, de amor enamorada.
Quiero internarme en el bosque esta tarde.
Ese que tú sabes.
Por un camino, que sólo yo sé.
Y abriéndome paso, entre anaranjadas abejas.
Te traeré una anémona.


José Panton

MAÑANA MORIRÉ, Y TE HABRÉ OLVIDADO



MAÑANA moriré, y te habré olvidado.
Me libraré de esa jaqueada astrología,
que me decía.
Que lo nuestro no pudo ser,
por la ominosa intersección de URANO.
De tus inacabables ojos nocturnos, de
tus irresistibles manos.
Desde mi ventana, veo serpear la blanca nieve,
sobre las granas tejas, de los techos vecinos.
La amarilla playa, ciñe el mar de siempre.
Es la hora de partir, es la hora de los pájaros
negros que emigran.
Picoteando en su huida, mis más felices frutas.
Huyendo y desnudando, los fríos muelles de mi alma.
Ojos calcinados, de no poder mirarte!!
Manos ensangrentadas, de no poder tocarte!!
Tú, a veces, me tirabas horizontes extraños,
con tus inacabables ojos nocturnos.
Y yo, salía inútilmente a buscarlos.
Mudo y triste, recorro entre inmóviles casas,
el camino que tú ya sabes.
Quiero celebrar contigo el alba.
De mí boca, salen serpentinas, de girantes
palabras, que abortadas de silencios.
Mueren apenas, descolgándose de mis labios.
Código de sordos sonidos, brotan de mi voz,
susurros, que en la noche te buscan.
Indescifrables palabras, que sólo tú conoces.
¡No importa, que ya no me quieras!
Dulce dolor, el amor no correspondido.
Sólo deseo, morir mañana.
Morir, tan sólo mañana.
Después de todo...
Mañana moriré, y te habré olvidado.



José Panton

RIMA APÓCRIFA Nº 1


¿Qué es el beso?, musitaste al aire.
Mas, yo te dije: ¡No sé!
¿Qué es un beso?, insististe con rubor.
¡Mujer! ¿Quieres saberlo...?
Tú, respondiste: ¡Si!
Entonces, sin saber, que más decirte.
Te dije: ¡Ven...! y te besé.

José Panton

¿MUJER, Y TÚ?


Palpita, negra, la noche en el alto cielo, las
estrellas tiemblan
De oro, descuelga, su cabellera el sol, sobre los
campos, los cerezos cantan
Entonces, despliégome ante ti, como una cruz
Y te pregunto: ¿Mujer, y tú?


José Panton

SONETO Nº II

Por momentos refleja el corazón
la extraña huella de un amor prohibido!
Mas cansado de sufrir, busca olvido
y pretende esquivar la sinrazón.

¿Por qué este amor, es un instante de esos
de mirdas que evitarse, no pueden?
De húmedos labios, que al instante ceden,
al supremo momento que es el beso.

Si para verte debo resignar
mil prejuicios y apegos sin sentido
¡Prefiero yo esto ,a no poderte amar!

¡El tiempo pasará y sin cuidados,
albergará a tu alma, como el mar
abriga...vida, sueños y los hados!



José Panton

ZOOLÓGICO DE BUENOS AIRES


A mis padres.


Es poco, lo que se sabe del zoológico de
Buenos Aires.

Salvo que su fundación, se pergeñó en la
caprichosa mente de SARMIENTO.

Aunque la mitología (a la cual yo me inclino),
cuenta que ese predio, nunca fue azoico.

Y que en todo caso, los hombres cercaron a los
animales, que andaban deambulando sueltos.

Tigre oscilante. En la penumbra de tu falsa
selva; sufres el agobio de los cárnicos aquelarres ,
ajenos a tus fauces.

Tus ojos incendian la tarde y la sahúman de rojo; de ese
rojo que flota sobre el obstinado
negativo, que se resiste a ser foto.

Serpiente terrible, áspid mortal

Un opaco y delicado vidrio, nos separa a ti, de
ser libre; a mí, de una segura muerte.

León dormido y eterno, cercado (sin saberlo),
por la profunda fosa.

Papagayo de colores imposibles; lánguidas
jirafas de espigados cuellos; mono juguetón,
cebado de dispersas galletas. Elefante gris.

En un rincón detenido en el tiempo, un banco
de plaza; cubierto de moho y vasos de
plástico...Sentado sobre el, consumí toda una
tarde, esperando vanamente a una imprecisa
mujer, que nunca vino.(yo la había citado)

Las manos mineras del tiempo, destrabaron
las finas láminas de mica, en las que grabaron
mis recuerdos.

Cóncavas sombras de -acacias- ,
cuadriculadas por una verja herrumbrada por
las lluvias.

Las mismas que siendo niño, las rebasé
extasiado de la mano absolutoria de mi padre.

No se que extraña nostalgia, me lleva a recorrer
siempre tus eternos corredores.

Serán tus animales? O tal vez, busco en una
leyenda o alguna fábula dormida en el tiempo;
esa explicación porfiada, que me dice
incesante, que alguna vez yo también fui niño.

Ya no hay nadie en el grave predio del zoo.

El crepúsculo (que es un sueño, que a tal hora
siempre se repite), va cediendo su espacio a la
infalible noche.

Que, como un cometa oscuro y gigante, viene
amortajando de sombras, los cercanos
bosques de PALERMO.

Entonces..., apuro mis pasos y pienso: "Hoy los
recorrí con mis hijos; mañana seguramente lo
harán, los hijos de sus hijos".


José Panton

TAPERA DE LAS AFUERAS DE BS.AS.(A FINES DE 1.850)


Dedicado a la memoria,
de Don Severo Cáceres Cano


Incómoda, como una moneda
de un centavo.
La tapera es un lastre
para el ombú que la cobija.
Y es un obstáculo para la tarde.
La noche se prolonga en el hollín
de las achaparradas pavas.
Sobre el fogón, una sospechada
yesca, dos mazorcas desgranadas y
una botella de aguardiente.
Una perra barcina, harta de no estar
nunca harta, forcejea impertérrita
con un salobre charqui.
Detrás de unos trastos.
Profiriendo a gritos: insultos y
súplicas, una vieja desdentada.
A lo lejos, el galope sordo de un indio
que cabalga, que va o viene...,
nunca se sabe.


José Panton

CANTO A NERUDA


Qué extraño conjuro, hizo estallar las letras del
universo, el día que naciste? y que se cerraran
sobre tu alma, cuajándola de versos.

Amasólas tu espíritu luego, en estrofas
simples, sin palabras sibilinas.

Tus manos de alabastro, sobre blancos lienzos
de papel :Pintaron poemas ...jugando!

Los versos castellanos más excelsos ,los más bellos.

Asombrados literatos ? -Cómo, un sudamericano?-

Obreros y legos alegres cantaron tus cánticos.

Neruda: niño, hombre, padre de luto,
cónsul, poeta..., nóbel.

Mariposa volátil, que rondas las sienes de los
enamorados, regalándoles besos nocturnos.

De pronto...

Pálidas lámparas, necios fusiles, que en la
noche buscaban quemar tus versos.

Fluían aromas de quemados libros, hogueras
dispersas y despiadadas.

Oíanse crepitar estrofas, y murmullos sordos
de letras mutiladas

-Matadme a mí pero no a mis versos!- Decía el poeta

-Oigo susurros vanos ,que vienen a buscarme!-Sentenció luego.

Vida y muerte acechan, convocando a sus mejores huestes.

Desplegando alas de acero, desplómanse del cielo los arqueros.

Llevan arcos ligeros, flechas de plata; cantan
un himno solemne,... de segura muerte.

En el otro bando: Los pinos, los copihues, las
rosas y las avellanas. Esas a las que tú cantabas.

Se unieron con los pájaros de isla negra.
Tejiendo gigantes redes de diminutas letras,
impidiendo el paso de las viras.

La batalla es feroz...repliéganse ambos;
lógrase, una delicada tregua.

-Unos días más, dilatad la espera!-

-No es justo, que el poeta expire en invierno!-

-Si ha de morir, que sea en primavera!-De la
vida, es la consigna-

Súbitamente...

Se detuvieron los besos de todos lo enamorados

Negras aves, bailaron emborrachadas de luto,
extrañas danzas.

La luna, aleteaba en un ribazo oscuro, sus
últimos destellos.

El sol, se tiñó de negro.

La vida pregunta (angustiada):-Qué avecina,
qué pasa?-

La muerte responde (con sorna):-Todo o
nada, simplemente NERUDA, el poeta..., ha muerto!-

José Panton

POESÍA QUIEN ERES TÚ


Poesía es el eco, de las palabras que callo
Poesía es el código secreto, de seres que no nombro
Poesía es el dolor oculto, por un vestido de letras
Ay!
Poesía!
Poesía!
Tú eres el opio de las almas fatigadas,
que aún esperan


José Panton

A UN INMIGRANTE


Dedicado a todos
los inmigrantes, y al inmigrante
que vive en mí.
Mira el último poniente, detrás de una
lánguida lágrima.
Lleva una valija abigarrada de sueños, repleta
de naderías, un cuento de Allan Poe
(fantástico), cien dólares arrugados, y una foto
de su esposa y de sus hijos.
En su jean gastado por el uso, hay un
pasaporte y una despiadada visa;
que la obtuvo perdiendo 300 días de su vida.
Camino del aeropuerto, entre mudos
soliloquios, embarazada de luto:
Su
sombra...,va.
Parece un sendal oscuro y delgado; que
apenas ,flota sobe el lomo indiferente de las
calles.
A lo lejos, contempla el horizonte.
Tras el cual lo esperan otro sol y otro cielo.
¿Mejores o peores? (No lo sabe)!
Río dormido!
Sí, como un río dormido te vas
....Verás
Cantos desconocidos y catervas dudosas.
Idiomas y danzas extrañas, ajenas a tu ser.
Pájaro sin nido, errante.
Tu vuelo será eterno y solitario, como el viejo
viento.
Aunque el sol se oculte, te perseguirán igual
las otras sombras.
Del otro lado del océano, te sacudirán, los
ecos de voces infinitas y desesperadas


José Panton

SOLO, SOLITARIO, OH SOLO


Buscando náufragos, tira sus redes luminosas,
el faro allá a lo lejos.
Inútilmente, las olas cabecean el vientre de
los fríos muelles
Y yo aquí: Solo ,solitario, oh solo
A veces, creí haberla visto!
Medusa chispeante, difusa, en la playa.
Quebrando vientos y salpicando arena, corro
entonces a buscarla.
Y el tiempo pasa...,pasa!
¡Ay!, como me oprime el pecho, el volumen
impreciso de su ausencia.
El alba, me detiene con sus infinitas manos y
susúrrame al oído cantándome: Es hora de
volver a casa!


José Panton

CUANDO POR LAS NOCHES...


Comprendo que te extraño!
Cuando escucho un himno gigante, como si de
una miríada de ángeles viniera.
Y una nota desprendiérase alegre,...fugaz, a
la que absorto escucho.
Presiento, que es tu voz!
Hay hembra mía, mujer de piel lacerada por
mis besos..., y curtida por mis manos!
Tu vientre es la encarnación de la palabra
deseo, y tu mirada, la de la palabra amor.
Pero necesito un paréntesis; me siento
fatigado de escribirte tantos versos.
Siento...!
Un cansancio de viejas carretas, y una
melancolía de lejanas y pálidas estrellas.
Sabes?: Yo también, necesito amor!
Y a la mañana, cuando a tu puerta llegue.
Quiero...!
Que entre gritos de niños, y aleteos de
pájaros.
Tú descifrar pudieras, entre todos ellos...
Mi dulce voz!



José Panton